Tudela

Tudela
Todos mis sueños

domingo, 18 de julio de 2010

El vascuence, el otro idioma navarro

La comunicación entre las personas es imprescindible desde nuestro nacimiento. Al principio de nuestros días y semanas lloramos cuando tenemos hambre o dolor y reímos cuando nuestra felicidad o satisfacción alimenta todas las partes de nuestro ser, cuando estamos tranquilos o nos sentimos protegidos.

Mientras tanto, nuestros oídos reciben primero y almacenan después nuevos y constantes sonidos, palabras y frases arrojadas desde los labios de nuestros padres y familiares. Nosotros seguimos hablando con nuestra sonrisa o llanto y, ahora también, con nuestras inquietas manos.

Al final, más tarde de lo que desearan nuestros progenitores, balbuceamos nuestras primeras palabras que otros insisten en que sea “mamá”, “papá”, “yayo” o “yaya”. Empezamos a utilizar, además de la comunicación sensorial, la comunicación verbal.

Usamos el idioma familiar, el lenguaje materno. En el caso de haber nacido en la Ribera de Navarra, como me ocurrió a mi, el castellano o español. Tudela, mi ciudad natal, se comunicaba en dicho idioma, la Ribera Navarra no tenía otro y, por aquel entonces, se viajaba poco y, por tanto, se conocía menos del resto de nuestro territorio foral.

Pero creces, estudias y comienzas a recorrer Navarra. Escuchas músicas y danzas desconocidas antaño, solo te era familiar la jota en sus dos expresiones, la cantada y la bailada. Descubres que hay otro folklore navarro (palabra proveniente del inglés folk, "pueblo" y lore, "acervo" "saber" o "conocimiento", quiere decir que es la expresión de la cultura de un pueblo). Folklore, por tanto, tan navarro como la jota. Mágico descubrimiento ¡no!

Se crean Grupos de Danzas en gran parte de las ciudades navarras, tanto del norte como del sur, del este y del oeste. Se enseñan y exhiben bailes y danzas de la cultura y del folklore del norte de Navarra y se conoce y escucha el otro idioma navarro el vascuence o euskera, con sus diversas variantes, con sus ricos y antiguos dialectos.

Hasta aquí todo tranquilidad, todo convivencia, todo comunicación personal y social, unos/as con el castellano y otras/os con el vascuence. Ningún problema. Pero vino la política, la división identitaria, los buenos y los malos, los vascos y los españoles, los que aspiraban y aspiran a que Navarra sea una parte del Euskal Herria y los que creemos que Navarra tiene su propia identidad institucional y política por si sola.

La fastidiamos. La política ensució la tranquilidad convivencial de la cultura. Me gusta escuchar a los versolaris, me encanta ver bailar danzas o moverse rítmicamente a los zampanzar, como me gusta escuchar una jota y disfruto con el baile de la era o corriendo en la revoltosa de Tudela.

¿Por qué hay que utilizar y no respetar la cultura? Para ganar en política no se debiera utilizar a la cultura, ni la identitaria ni la social. No es licito mantener que esta es mía, solo mía. No es justo soportar que estás con mi cultura o contra ella. No es integro, en el terreno político al menos, utilizar la comunicación, el uso de euskera para decir si eres de un bando o del otro; entre otras cosas porque el vascuence o euskera es de Navarra. ¿Alguien lo duda?

Cree Roberto Jiménez, Secretario General del PSN-PSOE, que en la vida y en la política sería bueno utilizar adecuadamente los conceptos de “no imponer, no impedir”. También en todo lo relativo a la cultura navarra y en la utilización de los idiomas navarros, el castellano y el vascuence o euskera.

Dice nuestra Constitución de 1978, en su artículo 3º, lo siguiente:

1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.

2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.66

3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.

Y, por si ya no se recuerda, nuestra digamos constitución foral, nuestra Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra (LORAFNA) de 1982, en su artículo 9º, regula lo siguiente:

1. El castellano es la lengua oficial de Navarra.

2. El vascuence tendrá también carácter de lengua oficial en las zonas vascoparlantes de Navarra. Una ley foral determinará dichas zonas, regulará el uso oficial del vascuence y, en el marco de la legislación general del Estado, ordenará la enseñanza de esta lengua.

Por tanto, en Navarra el castellano es nuestra lengua oficial pero, a su vez, el vascuence o euskera también los es, es cooficial en las zonas vascoparlantes forales. Para ello, la Ley Foral del Vascuence de 1986, desarrolla lo dispuesto en nuestra constitución foral y estipula lo siguiente:

Esta Ley Foral tiene por objeto la regulación del uso normal y oficial del vascuence en los ámbitos de la convivencia social, así como en la enseñanza.

Desde nuestra historia, desde nuestra raíces, desde nuestras costumbres, desde la Constitución de 1978, desde nuestra LORAFNA de 1982 o desde nuestra Ley Foral del Vascuence de 1986, al menos en una parte importante de Navarra tenemos el derecho a usar, para comunicarnos y, lo mejor y más necesario, para entendernos, dos idiomas propios, el castellano o español y el vascuence o euskera.

Repito y reitero la idea, para comunicarnos, nunca para confrontarnos. Aquí esta la vigencia y necesidad de utilizar los principios de Roberto Jiménez, cuando sostiene “no imponer, no impedir”.

Que sea lo más importante favorecer la unión en la diversidad cultural, como buscamos la unión con otros países europeos o americanos, con sus idiomas, con sus culturas y con sus costumbres. Navarra si, dentro de España también, pero siendo, como es, rica en su diversidad cultural y en su pluralidad idiomática o lingüística.

lunes, 12 de julio de 2010

¿Quién no se siente hoy orgulloso de ser español? Y mañana. Y pasado

Vaya por delante mi felicitación sincera para toda la selección española de futbol, por haber conquistado deportivamente este título y mi gratitud plena por ser como han demostrado ser en el aspecto deportivo pero también en el aspecto humano.

Estos grandísimos deportistas han demostrado conocer bien determinados valores como el sacrificio, el esfuerzo, la humildad, la generosidad, el trabajo en equipo; es decir, lo colectivo por encima de lo individual, la constancia o, por no resultar pesado, la esperanza en poder alcanzar lo difícil, casi lo imposible.

Pero, junto a estos grandísimos futbolistas españoles, han estado personas, técnicos, masajistas y, como no, entrenadores. Vicente del Bosque González, salmantino y exjugador del futbol, demuestra, día a día, saber estar, saber conciliar, saber sumar, utilizar la discreción como su mejor herramienta, comprender que, aun siendo también suya esta copa del mundo, lo es más de sus jugadores y, para ello, no estar en el foco de la imagen, en la intensa luz de los focos.

También no puedo, ni debo, ni quiero olvidarme de otros muchos deportistas españoles, mujeres y hombres que han llevado el nombre de este país, de esta nuestra nación, de España, por todos los continentes, consiguiendo triunfos y reconocimientos. No citaré a todos, solo recordaré, por ejemplo, a Rafael Nadal Parera, a Pau Gasol Sáez, a Fernando Alonso Díaz o a Jorge Lorenzo Guerrero. Todos ellos y muchos más, en este o en tiempos pasados, han creído en su deporte, han defendido a España y se han sentido orgullosos cuando, después del triunfo, sonaba el himno de nuestro país.

Es decir, muchos creen en España, lo que es lo mismo que decir que creen en sus gentes, en los hombres y mujeres de este país. También otras naciones respetan y valoran a España, a su capacidad de esfuerzo y a su talento.

Lo importante ahora es pensar sinceramente, uno a uno, una a una, desde nuestro interior, si nosotras, si nosotros también nos lo creemos. Porque si nos lo creemos podemos. Si tenemos fuerza, si tenemos convicción, si trabajamos juntos como lo ha hecho nuestra selección, podemos ganar el futuro. Con esfuerzo pero juntos, lo conseguiremos. Así es, así debe ser España, la nuestra.

domingo, 4 de julio de 2010

El bloque social de progreso, la selección de la izquierda

Estamos inmersos en el mundial de futbol Sudáfrica 2010. España, nuestra selección, ha llegado a semifinales. La ilusión por lo sucedido junto al sufrimiento por lo que pueda suceder recorren nuestras venas y circulan, una y otra vez, por nuestro corazón. A veces, muchas de ellas, el corazón va por su lado y la cabeza por otro muy distinto.

Sucederá lo que tenga que suceder, alejada y ajena esta idea, por supuesto, de un determinismo antropológico. Porque suele suceder aquello para lo que nos preparamos, nos esforzamos y trabajamos para que realmente suceda. Casi nada es casual, casi todo es causal.

También para el futuro, para los éxitos del “Bloque Social de Progreso”, al que tanto invoca, no sin razón, Roberto Jiménez, Secretario General del Partido Socialista de Navarra-PSOE, la preparación, los esfuerzos individuales y el trabajo colectivo serán determinantes en su final.

El ya insertado concepto “Bloque Social de Progreso” responde, al menos en su sincera pretensión, a la suma de esfuerzos y voluntades progresistas y de izquierdas no nacionalistas, no separatistas, respetando sentimientos identitarios y culturales plurales, todos ellos enraizados históricamente en Navarra. Es decir, respetando idiosincrasias, idiomas y culturas navarras, siempre que éstas no busquen la confrontación, el privilegio de unos sobre otros, ni la separación, sino la unión, desde la pluralidad, de la ciudadanía progresista y de izquierdas de nuestra Comunidad Foral.

Esta selección, digamos Navarra, de la izquierda progresista, denominada “Bloque Social de Progreso”, analiza la configuración de otras selecciones políticas que se están conformando de cara a participar en el campeonato foral de 2011. Una de ellas, hoy aparentemente dividida, la derecha Navarra, UPN, PP y CDN, están a lo suyo, en la defensa de sus intereses, mantenidos ya desde hace más de 15 años, y en la oportunidad de bailar nuevamente juntos si la música les es favorable.

En otro espacio se encuentra la erróneamente llamada “izquierda abertzale”. Hoy hecha un lío. Lío de difícil solución por cuanto en ese conglomerado hay formaciones políticas abertzales pero que no son de izquierdas y otras que siendo de izquierdas no son abertzales. Es decir, un verdadero lío si además tenemos en cuenta que en ese espacio, en ese salón de baile, ha reaparecido Batasuna, amiga de los terroristas, de la mano de Eusko Alkartasuna.

Es decir, de cara al campeonato electoral navarro de 2011, tenemos a una derecha, hoy separada, pero que, con el fin de defender sus intereses y mantener sus privilegios, puede volver a unirse, seguro que si, como siempre suele hacer la derecha.

También tenemos en Navarra un polo soberanista e independentista vasco, hoy conformado por EA y Aralar, con la invitación a Batasuna, al menos hasta hoy por el primero de ellos; un PNV cómodo en el planteamiento independentista pero incómodo en cuanto la participación del tercero; Batzarre alejado de los postulados soberanistas desde hace años y una amalgama de “independientes” con difícil ejercicio futuro de la codecisión interna, cuando de todos solo mandan realmente dos.

Este es el teatro de operaciones, este es el campo de juego, dos claras selecciones, la selección conservadora foralista, rancia y desfasada, y la selección soberanista e idependentista vasca, por supuesto nada Navarra pero que juega en esta liga, con el único y último fin de hacer desaparecer nuestra histórica Navarra y subsumirla en otra realidad superior, solo según aquellos y aquellas, llamada Euskal Herría.

A este campeonato electoral de 2011 le falta el corazón para confrontarlo al interés, a los intereses conservadores e independentistas. Ese corazón, impulsado por la razón y la solidaria necesidad, es el “Bloque Social de Progreso”, que debe ser la causa común de la izquierda, la selección de los progresistas navarros. Todas y todos estamos llamados a participar si queremos ganar y, por necesidad social, debemos ganar.

Por tanto, respetando democráticamente todas las libertades, todas las opciones, todas las estrategias, desde la necesidad de sumar para ganar, debemos crear y participar, no estando en contra de nadie, no invitando al resentimiento. Invitando y proclamando la suma de esfuerzos desde plataformas consolidadas y fuertemente apoyadas socialmente, con posibilidades de liderar un cambio real y necesario en Navarra, desde postulados progresistas e ideológicamente socialdemócratas.

No podemos, por eficacia social, crear las mismas plataformas, una y otra vez, aunque con distintos nombres o, lo más grave, sin nombre ni marca. Debemos entender, ojala nos ocurra este 2011, que debemos sumar para ganar y que la izquierda no puede y, por tanto, no debe jugar contra la izquierda, nunca contra la misma izquierda, porque entonces ganan los demás, gana la derecha, como viene ocurriendo en Navarra durante los últimos 15 años.

Dejemos los intereses particulares de lado. Asumamos los intereses colectivos. Creemos la selección de la izquierda en Navarra. Apostemos por el ”Bloque Social de Progreso”, porque es, de verdad, donde más personas progresistas se encuentran. La humildad de unos y la generosidad de otros conseguirán aglutinar la fuerza del cambio, la capacidad de sacrificio, la necesidad del esfuerzo y el triunfo final de la socialdemocracia en Navarra.

Transformemos, entre todas y todos, entre los progresistas, la utopía en realidad. Si queremos podemos.