Tudela

Tudela
Todos mis sueños

viernes, 21 de enero de 2011

El Futuro ya tiene nombre, se llama CAMBIO y llegará el 22 de mayo

La ciudadanía solemos decir que no tenemos, en la inmensa mayoría de los casos, poder. Sostenemos la idea de que los demás deciden por nosotros y, lo más grave, defendemos, creo que sin razón, que nada se puede modificar, que todo está ya preestablecido.

Este determinismo sociológico, al que radicalmente me enfrento día a día, me lleva a afirmar lo contrario de lo general, lo distinto de lo común. Me impulsa a intentar, no solo sino junto a muchas y muchos más, que las cosas cambien, al menos desde mi punto de vista, a que la sociedad avance, a que la salud sea más eficiente, a que la educación enseñe valores, a que la universidad forme e investigue en el futuro, a que los servicios sociales sean más solidarios con las personas necesitadas, a que las personas jóvenes tengan futuro. En definitiva, a que el estado del bienestar se mantenga y no sea derrumbado por los llamados “mercados”.

Esta posición, ideológica por supuesto, que la he cultivado durante muchos años, la quiero mantener utilizando, para ello, mi poder democrático, el cual lo manifestaré el próximo 22 de mayo. En Tudela, ciudad donde he nacido y resido, y en Navarra, comunidad a la que siempre he pertenecido y a la que respeto y defiendo, dentro y fuera de ella.

Navarra, como Tudela, necesita un cambio, precisa alcanzar el nuevo siglo, este siglo XXI que ya lleva diez años de andadura, que ya ha conocido serias dificultades económicas y sociales, aunque no más trascendentales que las que conoció el pasado siglo XX, el anterior siglo XIX, etc. La vida, el camino del mundo está lleno de imprevistos, de dificultades, de peleas y, cuando no, de guerras.

Pero, solo debemos mirar al pasado para superarnos, para no cometer los mismos errores, para consolidar un mundo mejor, para generar felicidad en las personas, para desarrollar una mejor calidad de vida. Para eso y solo para eso nos debe servir mirar al pasado.

Por el contrario, debemos mirar al futuro, como los conductores miran hacia adelante, debemos defender nuestros anhelos sin olvidarnos de las necesidades de los demás, debemos mantener el modelo social y democrático de derecho. En consecuencia, deberemos defender la convivencia y el bienestar.

Este futuro debe ser moderno y cohesionado socialmente. Para ello, habrá que ajustarlo mediante las imprescindibles reformas, con el objetivo de hacerlo más fuerte y duradero. Ese futuro debemos protagonizarlo los que creemos que las cosas se pueden hacer mejor, de otra manera, los que consideramos que el pasado y sus recetas no son la solución para unos nuevos retos en un futuro distinto.

Para esto hay que cambiar, solo para esto o fundamentalmente para esto. Mi poder democrático lo voy a empeñar en ello. Primero votando, como siempre lo he hecho, y después optando por el cambio, por algo moderno, diferente, renovador e ilusionante.

Afortunadamente, en mi caso y en esta circunstancia lo tengo relativamente fácil, no siempre ha sido así. Participo de un proyecto que representa, en gran medida, mis ilusiones y que trabaja por dar satisfacción a las expectativas de muchos ciudadanos y ciudadanas progresistas y de izquierdas como yo.

Además, para que nada me falte, tengo un líder que sueña con defender y consolidar estos proyectos, yo le creo, se llama Roberto Jiménez y es el futuro de y para Navarra.