Tudela

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Todos mis sueños

jueves, 12 de febrero de 2015

Navarra, encrucijada electoral en 2015

No sé si hoy Navarra es importante para España, pero si sé que lo es para las ciudadanas y ciudadanos que en ella vivimos. Unas y unos legítimamente, ahora parece que también democráticamente, quieren que Navarra siga existiendo, pero dentro de un ente superior denominado Euskal Herria, que significa país del euskera. Otros y otras, entre los que me incluyo, aspiramos, también legítima y siempre democráticamente, a que Navarra siga existiendo, pero como Comunidad Foral propia y diferenciada, sin pertenecer ni integrarse en un ente superior, y dentro de España, pero conformada esta como un Estado Federal asimétrico, de tal forma que se respeten los hechos diferenciales de determinados estados federados, como ya lo hace nuestra Constitución de 1978 con las llamadas "comunidades históricas".

Cierto es que, desde hace años, el nacionalismo vasco residente y ejerciente en Navarra, con mayor o menor radicalidad, dependiendo del partido o coalición que defienda ese nuevo modelo institucional, ha dejado claras y sin lugar a dudas sus pretensiones políticas. También es cierto que los partidos digamos constitucionalistas, conservadores o progresistas, hemos manifestado, también claramente y sin lugar a dudas, nuestros criterios y propuestas políticas, alineadas siempre en la defensa y mantenimiento del actual modelo institucional de Navarra, como Comunidad Foral propia y diferenciada, sin menoscabo, retroceso o cortapisa de las propias competencias históricas, reconocidas y avaladas por nuestra vigente constitución.

Pero la pervivencia del vigente modelo autonómico y foral asimétrico no ha sido un camino fácil. Los conservadores nacionales, el PP, desde el Gobierno de España, se ha empeñado en laminar las competencias autonómicas y, más incisivamente, las competencias forales, particularmente las ejercidas por Navarra, bajo el manto y justificación de la prolongada crisis económica y de las medidas que, fruto de la misma, había que adoptar para alcanzar, según nos decías, la llamada consolidación fiscal.

También, los conservadores forales, UPN, aliados electorales e ideológicos del PP, no han defendido, con la suficiente firmeza, las competencias históricas que nuestro régimen foral y paccionado nos otorga, amparadas estas, como ya he citado, por la Constitución de 1978. El mejor ejemplo de dicha sumisión lo ha protagonizado nuestra actual Presidenta, afortunadamente solo hasta el 24 de mayo, Yolanda Barcina.

Es decir, unos, los nacionalistas vascos, quieren una Navarra achicada, dentro de Euskal Herria y, por tanto, fuera de España, federal esta o no. Otros, los conservadores, también quieren una Navarra achicada, eso sí, como Comunidad propia y diferenciada, dentro de España, pero con unas competencias similares al restos de comunidades autonómicas. Por tanto, ni a unos, ni a otros, les interesa una Navarra foral, con plenas competencias, ampliamente consolidadas, tanto las históricas como las ejercidas a partir del desarrollo constitucional.

En este escenario, cimentado particularmente en el último trienio, la izquierda, el PSN y también el PSOE, venimos apostando, en el caso de Navarra, porque esta siga siendo una Comunidad Foral propia y diferenciada, dentro de España, con plenas competencias, amparadas estas en sus derechos históricos y en aquellas otras devenidas de nuestra Constitución, todo ello dentro de una España federal, al objeto de aplicar y garantizar un espacio social de igualdad de oportunidades, de mantenimiento del estado del bienestar y de apoyo a las personas y sectores más desfavorecidos.

Este 2015, entre otras "sorpresas", nos trae también una convocatoria electoral en Navarra, no solo en el ámbito municipal, sino también en el espacio foral, donde nuevos actores políticos, además de los ya conocidos por la ciudadanía, sobre los cuales, con mayor o menor acierto, tiene formado un criterio, sustentado este sobre las posiciones y propuestas que cada uno defiende para Navarra y para su futuro como institución política. Estos nuevos actores, estos nuevos partidos políticos que, según parece, concurrirán a las próximas elecciones forales del 24 de mayo, están en un proceso de elección de dirigentes y posteriormente de candidatos o candidatas. Por tanto, solo sabemos, a día de hoy, lo que dichos aspirantes a dirigir estos partidos están manifestando públicamente.

Según parece, Dña. Laura Pérez Ruano, aspirante a la Secretaría General de Podemos en Navarra, ha manifestado que no pactará con los partidos del "régimen", expresión acuñada y utilizada habitualmente, junto con la de "casta", en el seno de Podemos. Dice defender una "Navarra plural, que respete el derecho a decidir y a vivir en euskera".

A la espera de saber quién va a dirigir Podemos en Navarra y de conocer su programa electoral, por lo tanto, con la máxima prudencia, se puede colegir que Podemos en Navarra no va a pactar ni con el PP, ni con UPN, ni tampoco con el PSN-PSOE. Por contra, si puede pactar con el resto de formaciones políticas, particularmente con EH Bildu. Eso, según recientes noticias de prensa, ya se ha conseguido, para el ámbito electoral municipal, en la localidad de Beriáin, bajo la denominada plataforma ciudadana "Adelante Beriáin - Beriain Aurrera", formada por simpatizantes de Izquierda-Ezkerra, de Aralar-NaBai (actualmente EH Bildu), de Geroa Bai y del círculo de Podemos.

La encrucijada electoral que puede tener, que tendrá Navarra, su ciudadanía especialmente, el domingo 24 de mayo, será la de optar y apoyar, con sus votos, a partidos que defiendan, a la vez y de forma indisoluble, opciones progresista y de izquierdas, que se comprometan a aplicar y a garantizar un espacio social de igualdad de oportunidades, de mantenimiento del estado del bienestar y de apoyo a las personas y sectores más desfavorecidos y que también se comprometan a garantizar que Navarra siga siendo una Comunidad Foral propia y diferenciada, dentro de España, con plenas competencias, amparadas estas en sus derechos históricos y en aquellas otras devenidas de nuestra Constitución, todo ello dentro de una España federal.

El PSN y el PSOE están comprometidos con la defensa de estos modelos, el institucional y foral, junto al social y solidario.