Tudela

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Todos mis sueños

jueves, 5 de julio de 2012

La dependencia y los dependientes, un futuro muy oscuro

Antes de nada, recuperada ya mi libertad individual, tras culminar una etapa de responsabilidad pública, es conveniente y necesario volver a retomar el sano ejercicio de la autocrítica y, cómo no, también de la crítica social y pública. Seguramente habré cometido errores durante los últimos doce meses, pido disculpas por ellos, aunque puedo asegurar que han sido totalmente involuntarios o, en otro caso, absolutamente necesarios, a la vez que, en muchas ocasiones, incomprendidos.

Desde mi libertad, abandonada ya mi dependencia, no solo funcional, sino también jerárquica, puedo, debo y quiero dejar escrito, negro sobre blanco, que este último año ha constituido una de las etapas más importantes en mi vida. He conocido a grandes profesionales, hombres y mujeres, que trabajan, desde lo público, para la sociedad. También he compartido duros momentos con un equipo humano, del cual me enorgullezco. Pero, lo más importante, he descubierto, más si cabe, a una persona que ha sabido estar siempre a la altura de las circunstancias.

Elena Torres no solo es una extraordinaria mujer, también es una gran persona que se ha entregado y esforzado por el bien común, por los demás, por la defensa del interés general y, lo más importante, por hacer sostenibles las políticas sociales, como parte fundamental del Estado del Bienestar, priorizando siempre lo imprescindible sobre lo importante, que no es otra cosa que mantener los derechos garantizados. La historia, más pronto que tarde, juzgará esta corta etapa pública.

Dos días después del relevo, escucho en la Cadena SER que el Gobierno de España está ultimando un Real Decreto, seguramente R.D. Ley, para modificar la aplicación de la conocida como Ley de la Dependencia. Instrumento normativo que será informado favorablemente, con toda seguridad, en el próximo Consejo Territorial, previsto para el martes 10 de julio, antes de ser aprobado finalmente por el Consejo de Ministros.

Según parece, la citada reforma de la Ley de la Dependencia, sin olvidarnos del retraso en la entrada y, por tanto, en la atención a los Dependientes Moderados, santificada en otro R.D. Ley de finales de 2011, incidirán en aspectos económicos como la exigencia a los beneficiarios en que paguen más para ser atendidos; la subida del copago por la prestación de servicios y la ayuda a domicilio o los centros de día, siendo el incremento tan notable que para algunos pensionistas supondrá el 20% de la pensión, según expertos consultados por la Cadena SER.

Habrá que pagar por la tele asistencia, hasta ahora gratuita. También se rebaja la cuantía de las ayudas económicas de las cuidadoras familiares. Algunas caerán hasta los cien euros mensuales. Los menores discapacitados estaban exentos y, a partir de ahora, para recibir atención tendrán que pagar sus padres. Solo se librarán del copago los dependientes con unos ingresos inferiores a los 400 euros mensuales.

¿Y Navarra qué? Qué posición tomará y defenderá el Gobierno de Navarra, representado por el nuevo Consejero de Políticas Sociales. Viene a cuento recordar que el PSN-PSOE y, en consecuencia, Elena Torres, ejerciendo su más alta representación, se opuso y, por tanto, no aplicó en Navarra la moratoria o, para entendernos mejor, el retraso en la entrada al sistema de la dependencia de los Moderados. Es decir, los socialistas impedimos la aplicación en Navarra de determinados recortes que el PP había aprobado, ejerciendo nuestra competencia exclusiva en materia de asistencia social, viejo término técnico, hoy actualizado al de política social.

Si la línea de Yolanda Barcina es seguir siendo renuente o refractaria a la aplicación en Navarra de los recortes del PP, en materia de política social y dependencia, mi reconocimiento y aplauso. Si, por el contrario, la línea cambia de dirección y se convierte en una paralela a la línea del PP, aplicando “sin rechistar”, estas medidas, mi crítica.

Según sea la comprensión o incomprensión del nuevo Gobierno monocolor de UPN hacía la aplicación de estas medidas, se podrá demostrar la utilidad o inutilidad del ejercicio responsable, en el seno del Gobierno de Navarra, desarrollado por parte del PSN-PSOE y, como consecuencia, se demostrará que las críticas de la oposición tenían o no fundamento; más allá del desgaste político, interesado por cierto, que legítimamente han venido ejerciendo.

Pero, después de todo esto, de demostrar la utilidad o inutilidad de las cosas, que no interesa demasiado a la ciudadanía, queda la realidad, la cruda realidad. Esta no es otra que el Gobierno de España, el Gobierno del PP, el Gobierno de Rajoy, si cuenta con el “seguidismo” de Yolanda Barcina, estará incidiendo en España y, como consecuencia, en Navarra, en las personas y sectores más desfavorecidos. En los de siempre. En aquellas personas que, no teniendo ninguna culpa ni responsabilidad, están soportando toda la carga de la crisis. Con todo ello, se estará consagrando el dicho de que “el futuro de la dependencia es muy oscuro”.

Además de esto, que es lo sustancial, también se demostrará si la línea personal y política de Yolanda Barcina es una línea autónoma, ligada a Navarra y a los principios fundacionales de UPN, o es una fotocopia de la línea, principios y programas del PP. En definitiva, si Barcina es la Presidenta de UPN o, de una vez, se convierte en la “niña de Rajoy”, emulando a De Cospedal.