Tudela

Tudela
Todos mis sueños

jueves, 11 de septiembre de 2014

Nuevos valores para el socialismo

Agosto es el mes vacacional por excelencia, aunque la crisis, en no pocos casos, haya dificultado, cuando no impedido, que disfrutemos del merecido disfrute personal y familiar. Durante el período estival, la sociedad tiende a relajarse frente a la realidad social y política. No obstante, los problemas continúan existiendo, las dificultades nos rodean y, en muchos casos, las soluciones no parecen accesibles, por no decir reales. Dentro de todo ello y como parte de la ciudadanía están las entidades que vertebran nuestra sociedad y, como una de ellas, los partidos políticos, que no terminan de reconquistar el visto bueno y la conformidad de la sociedad a la que deben servir y representar.

El PSOE es consciente de esta situación. Y, por si no lo fuere, los últimos resultados electorales tozudamente lo han vuelto a poner de manifiesto. Por ello, los socialistas hemos abordado un importante cambio político, sobre nuevos valores y compromisos que pasan necesariamente por una mayor transparencia y apertura a la sociedad. A ello responde la elección directa del Secretario General por parte de afiliados y afiliadas del PSOE, por primera vez en la historia democrática. Nunca ningún otro partido había aplicado tal ejercido de democracia participativa.

Culminado este proceso federal, ahora los socialistas debemos hacer lo propio también en Navarra. Primero con la celebración de primarias abiertas, para que afiliados y afiliadas, y simpatizantes, elijan al candidato del PSN-PSOE a la Presidencia del Gobierno de Navarra. Y después, tan importante como lo anterior, con la elección de un nuevo liderazgo para el socialismo navarro con la participación directa de la militancia.

La importancia de ambos procesos es crucial para el futuro del socialismo en Navarra y también, me atrevo a decir, para el futuro de Navarra como Comunidad Foral propia y diferenciada, por cuanto la importancia y el futuro apoyo electoral que podamos obtener los socialistas, por parte de la ciudadanía progresista y de izquierdas, va a depender, en muy buena medida, de cómo culminemos ambos procesos a lo largo de este 2014. Para el PSN-PSOE, desde su fundación como federación en 1982, este es un momento transcendental y sin retorno posible.

Por ello, no solo el PSN-PSOE, no solo todos sus afiliados y afiliadas, no solo sus militantes, también sus simpatizantes, las ciudadanas y ciudadanos progresistas de Navarra podrán y, si lo valoran y desean, deberán coadyuvar a la renovación del proyecto socialista. Pero, para que ese apoyo pueda ser justamente demandado y finalmente recibido, los socialistas deberemos asegurarles que hemos entendido sus demandas de cambio, que hemos leído e interpretado correctamente su mensaje de las urnas y que, para ello, nos comprometemos a actuar, en la vida pública y en el espacio político, con nuevos compromisos, aplicados estos desde nuevos valores, tales como la transparencia radical y la lucha sin cuartel contra la corrupción.

Les deberemos garantizar, incluso firmándolo ante notario si fuese necesario, que vamos a anteponer siempre los intereses generales, los de la mayoría, sobre los individuales o particulares, los de la minoría poderosa. Que vamos a propiciar un cambio político e institucional en nuestra Comunidad Foral, siempre desde el respeto al actual marco institucional de Navarra y desarrollando nuestro modelo social de solidaridad y de igualdad de oportunidades.

Para ello, no caben acuerdos con una derecha que ha laminado sustancialmente nuestro modelo social, ni con el nacionalismo, cuyo único y último objetivo es la integración de Navarra en Euskadi y, por tanto, nuestra desaparición como comunidad foral.

Estas han sido y seguirán siendo las líneas rojas que nunca deberemos cruzar, y que deberemos fijar de manera explícita y diáfana para que nadie se engañe a la hora de votar en mayo de 2015. Los socialistas deberemos ser claros y contundentes. Sí a los cambios radicales y de izquierdas en Navarra, pero dentro de unos límites conocidos por la sociedad a la que nos debemos.

Paralelamente a ello y no menos importante que lo anterior, deberemos asegurar públicamente que nuestra prioridad es la creación de empleo y la estabilidad presupuestaria. Que la fiscalidad debe servir para garantizar el estado del bienestar y no al revés; es decir, que los impuestos deben cubrir los costes de los servicios educativos, sanitarios, sociales, etc., y que los impuestos deben ser justos y, para ello, deben ser progresivos.

En definitiva, los socialistas deberemos comprometernos con la sociedad, particularmente los candidatos que resulten elegidos de los procesos que vamos a abordar en los próximos meses, diciendo lo que vamos a hacer y luego haciendo lo que hemos dicho y, todo ello, desde nuevos valores, tales como el radicalismo democrático, alejado de grupos de interés, y la plena transparencia en nuestro funcionamiento. Solo así podremos tener legitimidad para pedir el apoyo de la ciudadanía navarra progresistas y de izquierdas.